- Del Cuaderno de Sueños de Gisela - 8 de Enero de l990
"Si alguna vez me hubieran dicho que algo así me podía pasar, me hubiera reído de buena gana, yo ni siquiera creería que le ha pasado a otro.. ¡menos a mí! Si cuando me siento a pensar buscando en los hechos reales cualquier cosa que me ayude a olvidar lo sobrenatural, me veo obligado a aceptar esto último como única explicación lógica de lo que ocurrió ¡que-fue-cierto! Pero vamos a empezar por el principio: me llamo Juan y trabajo en la construcción, soy un obrero, bah, pero independiente, eh, no tengo patrón; me dedico a pintar, remendar reboques, y hacer alguna que otra changa más complicada cuando la ocasión se presenta; también he levantado paredes siempre que no lleven un techo arriba: muros de separación o verjas, pero casas, nunca. Y ahora estoy aquí, en esta casona del tiempo de ñaupa, grande como el edificio del banco y que está deshabitada desde antes de que yo naciera, pero que esconde una historia macabra, de esas que son lindas para ver en el cine, pero que no tienen nada de gracioso en la vida real, aunque eso de real... bueno. El caso es que de ésto nunca se supo nada y por eso no hay una leyenda, pero la verdad, la casa se presta: alta, cuadrada, con ese porche de las 4 columnas; el estilo es... antiguo, yo no sé quién la hizo ni quienes la ocuparon, pero que había lugar para todo, había. Un día me llama el Ingeniero (el Ing. es mi antiguo patrón), y me dijo: "mirá, Juán, un amigo mío se viene a radicar en la Argentina, en realidad vuelven a la Patria, y quiere que le pinten la casa íntegra por dentro y por fuera, me pidió que le recomendara a alguien y yo le hablé de vos. Yo ya la conozco, no necesita ningún arreglo y él quiere conservarla tal como está, los reboques están buenos pero la pintura no, sobre todo en los lugares de más uso, como la cocina ¡es horrible!, capas sobre capas. Está dispuesto a pagarte muy bien, andá a verlo, tomá, aquí está su tarjeta, vas a necesitar un par de peones. ¡Sacá bien la cuenta y no aflojés con el precio!" "Ésto me lo gritó cuando yo ya me iba. Buen tipo el Ingeniero, me quizo hacer un favor y casi me manda a la tumba". |
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