Seguidores

martes, 12 de noviembre de 2019





H I P O C R E C Í A
(Cuento basado en una historia real)

Alguna vez pensaste, al mirarte al espejo y acariciarte 
la panza de embarazada, que lo que estaba 
creciendo
ahí adentro era malvado?
Pues a mí me ocurrió.
A medida que pasaban los años, con el informe del psicólogo en mis manos, pensaba en la primera vez que tuve una 
pista de lo que sucedía.
Fue una vecina, la de al lado, que vino descompuesta
y me dijo: "¡por favor dejame entrar que la acabo de ver en el fondo enterrando lo que me sacó de la cómoda, es mi anillo de casamiento, lo demás no me importa pero eso sí!"
Lo demás? Cómo "lo demás"?
Y ahí estaban las cosas desaparecidas de algunos vecinos, y las
que reclamaban con todo derecho sus 
compañeros de escuela..
Que horror..
Y un día todo empeoró..
Me llaman de la escuela para decirme que la expulsaban
por ladrona, faltó un sobre con el sueldo 
de la maestra de 2° grado (su seño) y cuando
la descubrieron en lugar de devolverlo lo tiró por el
inodoro.
"Llevala a un psicólogo y después hablamos".
El psicólogo fue terminante:"hay un trastorno de personalidad sociópata narcisista, este trastorno implica una imagen de si misma distorcionada." 
El informe que mandó a la escuela fue suave y la 
dejaron seguir pero en mi casa y en mi familia todo cambió, el psicólogo me dijo:
"Odia la autoridad, y la autoridad sos vos, echame la culpa 
a mí y que me odie a mí". 
Pero no resultó..
Empecé a notar un cambio en las personas a las que ella
fue conociendo, personas nuevas en su vida.
Los niños dejaron de venir a los cumpleaños y tampoco
había invitaciones a los de otros niños.
Una llamada telefónica de otra madre me despejó la duda:
"Es que ella rompe los regalos si no se los 
damos, hasta arruinó la torta, viste."
Que horror, otra vez..
Así que hubo que inventar algo para que el resto de la
familia pudiera tener una vida social: 
alguien se quedaba con ella y los demás salían.
Pero eso no duró.
Un día me cruzo con una amiga de siempre, de esas
incondicionales desde la escuela y al llegar a mi
lado me miró con rabia y me dio vuelta la cara, y así
fue ocurriendo con otras personas, menos con los
vecinos, claro, porque la conocen a ella y me conocen a mi.
A mi madre le pasaba lo mismo y no me 
lo había querido decir. 
Soporté empujones, golpes y tirones de pelo.
A mi madre le arrojaron piedras a la cara.
Qué pasaba?
Decía sufrir maltratos sistemáticos, con golpes, y se
lo dijo a todos aquellos a cuyas casas iba, mostrando
moretones que se hacía con la boca, como le mostró 
a uno de sus hermanos mayores cuando le
preguntó como estaba tan golpeada.
Qué hacer con alguien así?
Y, nada..
No sé si ésto tiene moraleja o deja alguna enseñanza, pero yo
pregunto: todas esas personas que me 
daban vuelta la cara en la calle, por qué no hicieron algo, ya
que le creían, para protegerla, una denuncia 
al juzgado de menores, por ejemplo.
Debió ser horrible para ella ver que no le importaba
a nadie, ni al padre ausente, ni a la tía, ni a las 
madres de sus amigas.

Y SI HUBIERA SIDO CIERTO???

Escribo ésto porque alguien me golpeó la puerta
hace unos años para disculparse, no sé cómo se enteró
que la habían tomado por estúpida y vino a hablar
conmigo.....décadas tarde.
Ahora se siente mal, bueno que pena.
Ironías de la vida que le dicen..

- F I N -