Luego del desayuno jugué con las gemelas y les pregunté sus nombres que aún ignoraba, "yo soy Manuela, cuñada" -dijo una y se echó a reír, la otra se ahogaba por la risa pero entendí que su nombre era Jimena; salieron corriendo y gritando: "agárranos si puedes, cuñadita, ja ja ja..." Así pasó la mañana, estuve colorada la mayor parte de ella deseando no encontrarme con nadie para que no vieran mi azoramiento. Como a las 11 llevé a las niñas a la casa para arreglarlas para el almuerzo y pude charlar unos minutos con Val en la biblioteca, su lugar de trabajo; se la veía contenta, me dijo que primero bajaría todos los libros, empezando desde arriba, sobre una gran mesa de roble para desempolbarlos, y luego los iría ordenando en sus lugares definitivos, "debo buscar el sitio justo para cada colección, hay muchos de medicina -dijo- no puedo evitar de hojear algunos, por eso voy despacio, creo que en dos semanas terminaré y podré dedicarme a mi ajuar de novia, dijo don Bruno que nos regalaba los trajes y otras cosas, lo demás lo compraremos con el tiempo y con nuestros sueldos. Gabi -dijo, poniéndose seria- ¿lo quieres?" "Sí, hermana -contesté- no tengas miedo, lo quiero y él a mí". "Maruja y yo conversamos cuando nos acostamos -dice Val- pero a tí te vemos menos". Le conté la conversación de esa mañana con la señora Liza y don Bruno y quedamos que esa noche, cuando las gemelas se durmieran, nos reuniríamos las tres con los muchachos para elegir nuestro día más feliz. A la siesta todos duermen menos Simón y yo, bajo "nuestro naranjo" le conté el sueño de esa noche y le dije: "hay dos cosas que no comprendo, ¿por qué la gente de la pequeña iglesia blanca no nos veía y sí oyó sonar las campanas? nosotros las tocamos". "Tal vez -dijo Simón- significa que a veces la gente no presta atención a la gente pero sí a lo que la gente hace ¿qué es la segunda cosa que no entiendes?" "El Habre -dije- ¿qué es y por qué tú tenías temor de que yo lo cruzara y luego al mirar tus ojos yo también sentí temor?" "Quizás todos debamos cruzar un habre alguna vez en nuestra vida -dijo serio- y es posible que no sea fácil hacerlo".
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