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domingo, 7 de agosto de 2016

"EL DIBUJO" (8º parte) de Adriana Gutiérrez





El detective se vuelve hacia Miguel, diciendo: "posee usted una mente clara y selectiva", y, para sus adentros: "éste, si decidiera matar a alguien, cometería el crímen perfecto ¡que-lo-parió!
Pero con su mujer en casa de sus padres, él trabajando y nosotros sabiendo, está completamente anulado, no podría evitar pensar en ésto y yo lo notaría". En voz alta, preguntó: "¿en qué trabaja usted, Miguel?"
"En una editorial -contesta Miguel- tomo y selecciono al personal en los diferentes departamentos..."
"...¿Sus decisiones son respetadas?"
"Sí, claro; pero como éste no es un trabajo continuo también me encargo de otras cosas, por ejemplo, es mi responsabilidad revisar cada nuevo trabajo que entra para edición, la casa tiene una línea de conducta que hay que seguir a rajatabla, y yo debo cuidar que de sus talleres no salga nada contrario a la ideología de los editores".
"¿En todos los campos?" -pregunta el detective.
"Así es: política, religión, ciencia, educación, etc., etc.; tenemos la lista más grande de escritores prohibidos".
"¡Pero eso es estúpido!" -dice el detective.
"Me he cansado de decirlo -dice Miguel- el autor es responsablede su obra, no nosotros, pero para esta gente publicar algo que no leerían sería convertirse en cómplices. Puedo decirle que los mejores libros que he leído son los que he tenido que rechazar"
"¿Los escritores lo saben?" -pregunta el detective.
"Ah... ¡claro! Sí, por supuesto que lo saben y siempre me acercan sus nuevos trabajos porque saben que me gustan; el asesino no está entre ellos".
El detective pregunta "¿Qué le parece si volvemos a su infancia?"
"¿Entonces la flaca queda descartada?"
"Queda descartada, ¿quién sigue?"
Miguel pregunta: "¿Puedo contar hechos aunque no recuerde los nombres?, es que pasan tantos chicos por una escuela".
"Claro" -dijo el detective.
"Hubo un suceso muy triste en el último grado de la primaria, siempre en la misma escuela; había una piba, Marita, que tenía metejón conmigo, yo desde cuarto andaba "de novio" con Clara y a Marita la quería mucho un gordito que realmente me odiaba.
Un día Marita no volvió más a la escuela y la maestra dijo que estaba tan enferma que sus padres la habían llevado a EE.UU. a operarla. En el recreo el gordito me agredió en medio del patio y delante de todos, me dijo que si Marita se moría él iba a hacer lo mismo. Los demás chicos se reían porque lo dijo como si fuera una amenaza, y le contestaron que se podía morir nomás; pobre, nadie lo quería. Pero eso también fue cosa de chicos; de ella no supimos nunca nada, la familia no volvió. A él lo veo a veces y por supuesto no lo anima ningún odio hacia mí...¡sí, sí, seré objetivo! Es cuentista, uno de los mejores, de su vida privana no se nada; amable, correcto, reconcentrado y despistado a más no poder. Cuando termina un cuento va y lo lleva...
"...¿Qué tipo de literatura hace?" -interrumpe el detective.
... a la editorial, perdón, la mayoría son experiencias paranormales".



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