Laura y Cacho volvieron a su pequeña casa de ladrillos, donde sus hijos crecieron y de donde se fueron casados, tenían varios nietos y la firme decisión de verlos crecer, quienes todos los años les pedían que salieran de allí antes de que la casa se vengara en ellos, y precisamente eso es lo que harían. Se quedaron, sin embargo, 6 meses más para supervisar las obras de restauración, limpiaron la casa desde el altillo al sótano durante varios días para mantenerla "distraída", mientras todas sus cosas eran cargadas en un camión. Terminada la limpieza cerraron todas las puertas y ventanas, se dirigieron a la casita y la rodearon, subieron al camión y se marcharon al departamento de doña Silvia, una vez allí telefonearon a don Jorge para avisarle de su mudanza. Faltaban menos de 2 meses para que comience Diciembre. Es el año 1970. Jorge cortó y se fue a lo de su hijo. "Mario -dijo-los caseros acaban de instalarse en el departamento de Silvia, llévales un cheque y ve que estén cómodos, diles que el departamento es de ellos y que tendrán que firmar unos papeles aceptándolo, diles también que desde este momento están jubilados tal como Silvia lo dispuso y recibirán una bonificación especial por su lealtad de tantos años. Es hora de que estas buenas gentes hagan su propia vida". Así lo hizo Mario y pronto todo estuvo arreglado, también demasiado pronto llegó el día fatal y en la casas de Jorge, de Mario y de los caseros todos callaban y esperaban con el corazón en la boca. Pero solo los 2 primeros tenían verdaderos motivos para temer. Jorge abrigaba la esperanza de que Silvia viviera aún:él no sabía que ella, junto a su nieto y la Nana Valeria despertaban todos los años un solo día21 de Diciembre, y que al darse cuenta de eso la abuela y la Nana contaban un año por cada día y llevaban la cuenta correcta, por eso supieron esa noche, al despertar, que había llegado la hora de saber, y para el pequeño Willy, de vivir o morir. Aunque él no había crecido más de 30 días desde que llegaron a la cabaña, para la casa siniestra sí habían pasado 30 años, y si Willy estaba despierto y cono en realidad habían pasado 32 años desde su nacimiento, tal vez oiría la "llamada" y no podrían detenerlo. |
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