Fragmento de la
precuela de Rambo
contada por la que
fue su mujer
quien lo conoció
cuando ámbos
tenían siete años
(Pág. 81)
... Juli ordena un cambio de guardia, para que descansen
todos los que lucharon, y se va con Bobby y Shari.
Rambo se dirige a la enfermería, entra sonriente, se cruza
de brazos y pregunta: "¿fuiste viendo todo?"
Jack: "Sí, Jefe, fue espectacular ¡Cómo me hubiera
gustado estar en el submarino! primero, cortar los
tentáculos de ese pulpo y luego, darle el golpe
mortal en la cabeza; lo de los vigilantes fue genial
y las noticias de los chicos apareciendo por todos
lados..."
Rambo: "Jack...¡Jack! ¿Quieres calmarte y escucharme un
minuto? Quiero darte las gracias y también
disculparme contigo -y al ver que Jack va a hablar-
no, espera, te uniste a mí por una causa que era solo
mía, dejaste todo y fuiste leal aún en contra de mí
mismo; siento que hemos hecho algo patriótico pero
no empezó así; cuando comenzamos esta "cruzada"
fue solo por mi hijo y terminó siendo por los hijos de
todos, ahora que al fin puedo respirar, quiero decirte
gracias por no haberte quejado nunca, ni haber
preguntado.
Y en cuanto a lo de Robie..."
Jack: "No sé cómo voy a disculparme con ella, Jefe".
Rambo: "¿Tú? Ella te debe una explicación en todo caso, si
los hirieron fue porque no tiene disciplina, claro que
no es un soldado, pero de ninguna manera es tu culpa
yo jamás debí darte semejante responsabilidad.
Ah, casi lo olvido: sí eres indispensable".
Rambo sale y desde la puerta lo mira sonriente. Jack abre la
boca para tragar aire, tiene los ojos mojados, y solo puede
levantar una mano en señal de impotencia. Rambo se va a su
habitación de la "ventana" ovalada, se tira en la cama boca
arriba, pone las manos debajo de su cabeza, y se duerme
feliz.
Autora Adriana Gutiérrez Publicado en 2005 www.librosenred.com Amazon.com y Barnes & Noble |
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